Explicamos las sensaciones al volante del CUPRA Formentor, que está a punto de llegar a las calles de todo el mundo.
El CUPRA Formentor ya está a punto de pisar las calles de todo el mundo. Pero algunos ya han tenido el privilegio de conducirlo. Lo ha hecho el equipo de desarrollo de CUPRA y estas son sus sensaciones al volante del primer modelo diseñado y desarrollado para la marca. Iremos explicando cada una de las diferentes sensaciones que tienen estas personas.
Uno del equipo técnico de CUPRA recomienda que antes de empezar a conducirlo es muy importante seleccionar cómo quieres hacerlo. El Formentor cuenta con cinco modos diferentes de conducción. Lo que hemos intentado es que produzca las mismas sensaciones que un compacto y con la dirección progresiva y el chasis adaptativo hemos creado cinco modos de conducción.
Conducir en modo CUPRA se accede rápidamente desde el propio volante. Poner las manos en él es tenerlo todo bajo control. La conducción es muy deportiva, además de segura. También hay menos distracciones gracias a todos los accesorios que tiene el volante para poder disfrutar al máximo de la carretera.
Este Formentor está hecho para sentir el asfalto. Otro elemento que refuerza la sensación de estar en contacto con la carretera son los asientos. Los asientos son algo que cuidan mucho. Es el primer paso para llevar la emoción de un coche de carreras a uno de serie. Son el primer contacto con el conductor y le transmiten todas las sensaciones de la carretera.
Fusionado con la carretera. El equipo de ingenieros de CUPRA ha trabajado codo con codo con los pilotos Jordi Gené y Mattias Ekström para aplicar su experiencia en los circuitos en el Formentor. Otra de las cosas que trabajan mucho fueron los ajustes en calibraciones del chasis, de la suspensión, de la dirección y del motor. Las pruebas finales las hicieron con Gené y Ekström que les ayudaron a asegurar que el coche tuviera la precisión de paso en curva que querían y la reactividad del pedal del acelerador que buscában. Tras probarlo de nuevo, Jordi Gené explica sus sensaciones: “El resultado ha sido asombroso. El volante transmite muy bien lo que sucede bajo las ruedas y la suspensión permite tener siempre el control”.